En medio de la noche, estoy
desnuda, solitaria, en mi habitación.
calmando con recuerdos mis anhelos
callando con suspiros mis deseos.
Haciendo el amor con tu retrato
hilvanando de ilusiones esta espera
derramando ambrosías por la seda,
ven Amor alimenta el fuego, te deseo tanto.
Muero por verte, olerte, tenerte,
esperando solo que llegues aquí
poder besarte, tocarte, amarte
que sepas lo mucho que desvarío por ti
que te des cuenta que mi ser te añora,
que mi cuerpo arde, que anhela poseerte
que mi piel exige el tenerte aquí.
Y cuando vienes y estás frente a mí
nada importa, nada existe, el mundo se detiene
y solo importa el instante mismo
en que nuestros cuerpos se funden y se abandonan al placer.
Ese placer, loco, surrealista, desquiciante,
que te transforma, en ángel, demonio, o Dios
¿Que importa que la gente no lo entienda?
¿Que importa que murmuren y juzguen
si lo que existe entre nosotros
se queda solo en la alcoba, y es, cuestión de dos?
13.9.14
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