20.12.12

A veces necesito dejar correr el agua sobre mi cuerpo porque me quema la piel la sensación que me provoca el abrir mis piernas, sentir la brisa besar mi sexo... y "verte" llegar del modo en que sabes. Entonces, mi piel descubre que tu esencia está tan impregnada en cada poro, que aunque diluvie sobre ella una vida... siglos enteros, va a seguir espectante de tus ganas... aguardando agazapada a que te llegues cubierto de deseos. Y así, con tus deseos, entre el agua que cae y mis dedos, me mimo... me explayo... me extasío... me mojo... me saboreo... me diluyo en temblores... y muero... Y renazco mas mujer, mas plena de tí, mas sanguinal... y renuevo mis deseos en éste círculo vicioso de ganas de que me mojes, me seques, me penetres, te vacíes, me llenes y volvamos a comenzar siempre nuestro juego de amantes eternos. Y en esto de disfrutarnos en la piel... te quiero. Te quiero como sabes, como adivinas, con sed de mi que se incrementa con el tiempo, con urgencia de mi carne y de mi fuego

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