Abriste la puerta de la lujuría,
perturbando mi serenidad.
Me entregaste al deseo por la carne,
olvidando el deseo del espíritu.
Castigaste mi sentido de la fidelidad,
entregándome a la promiscuidad.
Provocaste esas tormentas en mí...
jugando con mis sensaciones.
Liberaste todas mis fantasías,
realizando cada una de ellas.
Descubriste mi faceta bisexual,
entregándome a una diosa.
Llenaste mi baúl de los recuerdos
cubriéndome una y otra vez.
Abriste la caja de Pandora,
ahora... ¡déjame volar!
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