12.10.11

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Se escucharon los tacones detrás de la puerta, esas pisadas firmes y seguras de si misma.

Giró el pomo y la puerta se abrió despacio, tardó una eternidad. Detrás de la puerta como escondida apareció su cara, unos ojos llenos de vida que hablaban por si solos.



Nos saludamos con dos besos, por fin pude sentir su piel, oler su perfume, sentir su presencia, después de tanto tiempo aquello se hizo realidad. Desde el primer momento la charla fue fluida, amena, como si nos conociéramos de toda la vida. No había tensión en el ambiente. No servimos una copa y seguimos charlando.


domingo 9 de octubre de 2011
El encuentro


Sin promesas, ni ataduras…

Sin mentiras, ni pudores…

Así empezó nuestro encuentro.

El encuentro de un hombre y una mujer…
amigos simplemente amigos…

Te insinúas levemente, como una suave
brisa de primavera, pero como el agua de un río turbulento que amenaza con llevarse todo.





El deseo es intenso… la atracción es mutua.

Me enloquece, el sabor, la textura, la sensualidad y la tibieza de tus besos.

Me aturdes… mi deseo puede palparse, verse, es como una niebla densa que borra las formas de todo lo que nos rodea.

Una llama furiosa sube por mis muslos, cada fibra de mi cuerpo se empapa de indecente sudor.








Sentir… vivir… todo lo que estaba latente dentro de mí cada vez que te imaginaba… sin vergüenza, hacerte mío, todo mío, ser toda tuya y solo tuya.

Seductor y adorablemente salvaje, te entregas a las caricias, sucumbiendo al deseo, entregándote al placer…

Cierro los ojos…





Sabes cómo, cuando y donde acariciarme, me abandono a ese momento, solo sentir tus dedos invadiendo mi cuerpo, arrancándome el gusto, mientras me susurras al oído.

En ese momento en el que me siento tuya, en que me entrego a tu poder, en quede mis labios solo pueden musitar un intenso gemido… tus gemidos, los míos y mi cuerpo cae sobre ti quedando abrazados, recuperando el aliento… mis brazos alrededor de tu cuello, pegados… abrazados te acaricio la espalda, es una dulce sensación… muy dulce, donde ahora solo los sentimientos hablan.




Publicado por Orquídea en 17:28 4 Secretos
Etiquetas: Relatos de Orquidea
domingo 11 de septiembre de 2011
Mi deseo




Mi deseo…

Atormentarte con mi lengua,
provocarte con la punta de mis dedos

recorrerte despacio…
que seas la miel que sacia mis deseos,

hacerte hueco en el entreabierto de mi boca...







Y después...

Déjame que asfixie tu gemido
entre mis dientes con un cálido beso

y que tu olor quede impregnado en mi cuerpo

a pesar de la lluvia...





Publicado por Orquídea en 20:32 10 Secretos
Etiquetas: Pensamientos de Orquídea
sábado 27 de agosto de 2011
Ella


Se escucharon los tacones detrás de la puerta, esas pisadas firmes y seguras de si misma.

Giró el pomo y la puerta se abrió despacio, tardó una eternidad. Detrás de la puerta como escondida apareció su cara, unos ojos llenos de vida que hablaban por si solos.



Nos saludamos con dos besos, por fin pude sentir su piel, oler su perfume, sentir su presencia, después de tanto tiempo aquello se hizo realidad. Desde el primer momento la charla fue fluida, amena, como si nos conociéramos de toda la vida. No había tensión en el ambiente. No servimos una copa y seguimos charlando.







Sus pies calzados por sandalias de tacón, piernas esbeltas y bien torneadas, cuerpo con las curvas necesarias en su sitio, manos estilizadas, maquillada lo justo para resaltar sus facciones y ese pelo azabache. El conjunto era el de una mujer muy atractiva y atrayente.





Entre ponernos al día y bromas se había pasado ya casi 2 horas. Apuramos las copas y salimos a dar una vuelta. Paseamos por aquel parque, debido al suelo de adoquines a ella la costaba andar por los tacones, aproveche el momento para coger su brazo y ayudarla. Cuando sentí su piel en mis dedos, fue como recibir una descarga eléctrica que me recorrió todo el cuerpo. Aquello me dio la fuerza suficiente para mirarla a los ojos y decirle:
¡¡¡ Sabes que te voy a besar.!!!








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