11.8.11

*˛˚ღ •˚ *Poesia




Un eco que no podía identificar había despertado un vacío en su interior del que no era capaz de liberarse.

El miedo de algo que no dejaba de pensar.

Una lágrima rodaba por su mejilla y se preguntó por qué estaba llorando si, en realidad estaba enfadada y dolida.

Se dio cuenta que estaba perdida, tan perdida como la primera vez que hicieron el amor.

Fue a la playa, se sentó en una duna, su sitio favorito, bajo la lluvia y dejó que el ruido de las olas la animasen un poco.

Esperaba que la arena y las olas limpiasen aquella terrible confusión que sentía.

Suspirando, tomó un puñado de arena y dejó que resbalase por sus dedos durante unos segundos.

Lo miró en las olas y tuvo que contener el deseo de ir tras él. Lo contuvo porque sabía que no podía conseguirlo.





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